Cociné galletas y cupcakes, ambos quedaron pésimos. Por alguna extraña razón (llamémosla por ahora, la culpa del padre) los cupcake quedaron crudos por dentro y bien por fuera, con un color súper bonito. Los saqué del horno y partí uno por la mitad, dentro la masa se veía de un color gris opaco que me claramente evidenciaba signos de crudeza. El problema fue, que antes de sacarlos, mi querido padre realiza la muy mal ponderada acción de abrir completamente la puerta del horno y sacar los pobres quequitos que se miraban con horror como se hundían sin poder detenerse. Al final me comí uno y ahora sufro de los malestares que provoca el comer masa cruda.. Note to myself: nunca más dejar al padre tocar el horno.
Por otra parte, este fin de semana fue la procastinación hecha carne. Creo que mi acción más relevante (que incluía el uso de más sinapsis neuronales) fue salir al mall a comprarme una mochila (rosa chicle, por supuesto, nadie esperaba que fuera de otro color) y revisar u-cursos para observar sin mucho asombro como mis aplicados compañeros estudiaban para la molesta asignatura que es probabilidades y estadística, mientras yo, linda y serena, contemplaba la pantalla de mi notebook; el dulce titilar de la barrita-vertical-que-no-tiene-nombre y la blancura de mi cursor.
Iré a despachar los restos de masa al cubo de la basura y luego retornaré a mi estado de mínima energía, llámese silla del escritorio, y me desesperaré con lo floja que he sido, y con lo inútil que ha resultado esta entrada.
Adiós.
domingo, marzo 29, 2009
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1 comentario:
Exijo un Cupcake!! :B
y tu bolso le hace juego a tu cinturón y tu bufanda :B excelente elección xD
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