sábado, diciembre 24, 2005

¿Qué hay de bueno con estas fechas? Alguien me puede explicar, sicera y abiertamente qué le ven a la navidad (sin meterse en cuentos religiosos.) Qué hay en esta manía crónica de esa palabra tan trillada hoy en día, solidaridad. Esa cosa irracional que hace que las personas que venden bebidas en el centro (cuando hay 32º de ºt) sean RIDÍCULAMENTE honestas como para decirte "están tibias, vaya al kiosko de al lado". ¿Cómo es posible? Es, debo decirlo, una buena excusa para bolsear a familiares, celebrar con tus seres queridos y regalarles cosas innecesarias a demasiadas personas.
Debo reconocer, también, que tiene algo de mérito. Lograr que miles de personas se agolpen en los escaparates de las tiendas con 40º a la sombra para lograr obtener la última oferta, el último juguete, la última chuchería del todo a mil. La economía de Chile toma un rumbo inesperado. ¡Es gracioso que solo la fecha logre ese efecto en las personas!
Todavía no se si dar gracias o no a mi padre por haberme hecho odiar muchas de las tradiciones actuales, sin embargo, no puedo odiar la navidad (a propósito, mi padre es el grinch.) Hay que decirlo, me agrada ver a los niños pequeños recibiendo regalos; con sus caritas inocentes y esas miradas brillosas y llenas de emoción... y... creo que le puse mucho, de verdad no hacen eso, nop, toman, destruyen, dejan el desastre y luego jugan con la caja del susodicho juguete.
Es uno de los muchos shows que necesitan (necesitamos) para sobrellevar una existencia casi ajena a nosotros mismos,¿ qué mejor que una excusa para divertirse?
Pásenla bien ^^ quien quiera que lea esto, y si nadie lo lee, mejor ^^ Disfruten y sean felices supongo, aunque los deseos nunca supe muy bien si servían de algo.
Y cambiando casi radicalmente de tema, ayer desperté un año más vieja y... me siento igual, debe ser porque así como con las festividades navideñas, mi padre nos arrancó de a poco y cruelmente la ansiosa espera por regalos de cumpleaños. Fue para bien, lo sé, lo entiendo también. Y debo decirlo, más aún fue la sorpresa al ver que de verdad habían regalos y mucho más los disfruté. (Llegué a sentirme por una centésima de segundo como Dudley de Harry Potter) Pero lo mejor POR MUCHO son las personas que están y estuvieron conmigo durante este proceso de maduración (al que le falta demasiado) Los regalos al fin de cuentas sirven solo para recordar el momento, la historia detrás de cada uno es el sentimiento que los hace especiales (para 12 años después morir en un holocausto de peluches, pero esa es otra historia)

¡Gracias por leer hasta acá! Espero que seais muy felices. ^^